Los desafíos de la administración de recursos humanos en México se resumen en el típico reto relacionado con la productividad: hacer más actividades con menos personal.
A pesar de esto, de acuerdo a un análisis de prácticas de gestión en el sector, elaborado por la consultora independiente PwC (PricewaterhouseCoopers), hay todavía un alto porcentaje de organizaciones que tienen problemas al implementar nuevas tecnologías y capacitar en nuevas destrezas a grupos reducidos de empleados.
Tomando en cuenta el futuro del mercado laboral, desde hace años, sin importar el tamaño de la empresa, se ven en México cuatro grandes obstáculos importantes para la gestión de talento:
Las compañías, de acuerdo a PwC, se vuelven más receptivas cuando inician un procedimiento de re-contratar a ex empleados.
Lo positivo de contratar de nuevo a antiguos empleados es que son viejos conocidos y están familiarizados con la cultura de la empresa, no necesitan la capacitación que requiere un empleado nuevo y además, muchas veces regresan con una nueva perspectiva, propiciando una sana competencia.
Para este año es posible que, en promedio, la cuarta parte de los millennials se conviertan en gerentes, directores y hasta CEOs.
Todo cambia y en el universo laboral, pareciera que la dinámica es aún mayor. Llegaron los años de retiro para aquellos que impulsaron el crecimiento en los años 80.
El proceso estratégico de sucesión y la evolución de nuevos liderazgos permite a los más jóvenes conseguir posiciones de élite, confiados en los aires de innovación que se están respirando en la actualidad.
Sienten que tienen ventaja frente a los líderes autocráticos de las generaciones pasadas.
El caso de la flexibilidad laboral es una tendencia en auge.
Con la nueva modalidad del trabajo online, el coworking, las nuevas herramientas tecnológicas y la globalización es de esperar que los trabajadores estén exigiendo más equilibrio en las reglas.
Tratar de evitar esa flexibilidad solo hará que el talento se aleje de tu negocio.
Las empresas hoy le están dado un alto grado de seriedad al diseño de sus oficinas, argumentando que lo hacen para aumentar la colaboración y atraer a nuevos talentos.
Con el uso de las nuevas tecnologías de colaboración, la oficina se encuentra cada vez más descentralizada y los espacios se han reducido. Es normal ver que en la actualidad los empleados están laborando más a distancia y las oficinas son cada vez más parecidas a salones multiusos.
Lo bueno de esa reducción es la optimización del espacio de trabajo, que además permite ahorrar dinero en metros cuadrados requeridos.
Las empresas luchan por aumentar el valor del negocio, reduciendo costos, con pocos empleados mejor pagados.
Hay cada vez más presión para modernizar todos los ámbitos del trabajo y centrarse en las ventajas de la tecnología.
Más que el talento individual, lo que se busca es fomentar la colaboración entre los empleados y forjar una cultura empresarial innovadora que dé una ventaja competitiva a la empresa.
Talentos al servicio colectivo de la empresa y no al revés. Al final, debe impulsarse la idea del bien común por encima de los individualismos para ventaja de todos.
La irrupción y proliferación de las plataformas sociales han puesto en la mesa otra herramienta para evaluar aptitudes en el capital humano, como su forma de socializar, su capacidad de liderazgo y su capacidad de síntesis.
También permiten a los empleados acceder a nuevos conocimientos mediante técnicas de aprendizaje innovadoras y de colaboración que fomenten habilidades como el trabajo en equipo y la creatividad colectiva.
El trabajo colaborativo y basado en competencias borra las estructuras jerárquicas y fomenta la asignación de puestos de acuerdo a aptitudes, así como la formación de equipos de trabajo, buscando la complementariedad de sus miembros.
Se requerirán líderes en todos los niveles y en todas las áreas que sepan establecer objetivos claros y alcanzables, motivar a los demás miembros del equipo y aprovechar las capacidades y conocimientos individuales para estimular la productividad del grupo y de la organización.
Los departamentos de personal no se encargarán solo de buscar y contratar talento y gestionar las relaciones laborales, sino que deberán impulsar la innovación y fomentar el desarrollo de competencias laborales y de una cultura organizacional que dé prioridad a la búsqueda y adopción del cambio.
Diseñar los puestos y planear las contrataciones de acuerdo a la estrategia de crecimiento de la organización será un reto. Para cumplirlo, el área de recursos humanos deberá estar en comunicación con los altos directivos para conocer los objetivos de crecimiento que se pretenden alcanzar y proporcionar a la empresa del talento que los hará posibles.
Crear el ambiente laboral propicio y ofrecer los paquetes de incentivos que atraigan a los mejores empleados es uno de los nuevos desafíos de la administración de recursos humanos.
Ofrecer oportunidades de crecimiento profesional, fomentar el equilibrio entre vida laboral y personal, y ofrecer el debido reconocimiento deben ser parte de la estrategia de recursos humanos para mantener a empleados felices y motivados. Contar con capital humano productivo y satisfecho será lo que te diferencie de tu competencia.