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Diferencias entre una empresa formal vs. empresa informal

Escrito por Equipo Edenred | 20 enero, 2025

Las empresas son la columna vertebral de la economía, ya que generan empleo, innovan y ayudan al desarrollo económico. Sin embargo, no todas las empresas operan bajo las mismas condiciones o normas, y es importante conocer las diferencias entre una empresa formal y una empresa informal.

Este aspecto afecta su capacidad para crecer, acceder a financiamiento y cumplir con las leyes fiscales y laborales. Además, influye directamente en los derechos y beneficios de los empleados, y en la estabilidad y desarrollo de los negocios.

Por eso, en este artículo vamos a abordar las diferencias entre ambos tipos de empresas, destacando sus características, ventajas, desventajas y cómo afectan el desarrollo económico de un país. 

¿Qué es una empresa formal?

Una empresa formal es aquella que opera bajo el marco legal y cumple con todas las normativas establecidas por las autoridades pertinentes.

Esto quiere decir que está registrada ante las instituciones gubernamentales correspondientes, como el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en México y tiene los permisos necesarios para llevar a cabo sus actividades.

Características de la empresa formal

Entre las características que destacan dentro de este tipo de empresa, se encuentran:

    • Registro legal: cuentan con un acta constitutiva y están inscritas en el Registro Público de Comercio.
  • Cumplimiento fiscal: presentan sus declaraciones anuales y mensuales, pagan impuesto y emiten comprobantes fiscales digitales (CFDI).
  • Regulación: ofrecen prestaciones de ley a sus colaboradores, como seguro social, vacaciones, aguinaldo, etc.
  • Acceso a financiamiento: al estar constituidas en la legalidad, tienen mayor facilidad de obtener créditos y apoyos del gobierno.

¿Qué es una empresa informal?

Una empresa informal se caracteriza por operar fuera del marco legal establecido por las autoridades. Es decir, no están registradas ni cumplen con las obligaciones laborales, fiscales y administrativas que se requieren.

Estos corporativos suelen surgir por la necesidad de generar ingresos rápidos y evitar los costos o gastos asociados con la formalización.

Características de las empresas informales 

Las empresas informales se caracterizan principalmente por lo siguiente:

  • Ausencia de registro: no están inscritas ante el SAT ni tienen los permisos necesarios para llevar a cabo sus operaciones. 
  • Evasión fiscal: estas empresas no pagan los impuestos correspondientes ni emiten comprobantes fiscales.
  • Falta de regulación laboral: no ofrecen las prestaciones obligatorias ni otorgan garantías a sus colaboradores. 
  • Operaciones discretas: suelen trabajar en pequeños lugares o mercados locales, ya que tienen que evitar la supervisión gubernamental.
  • Acceso limitado a financiamiento: al no contar con los registros necesarios, no pueden tener acceso a créditos formales ni ayudas de gobierno. 

Las empresas informales representan una parte significativa de la economía en muchos países, especialmente en aquellos menos desarrollados.

Si bien ofrecen flexibilidad y oferta de empleo, esto también representa un riesgo, como la falta de estabilidad laboral y la nula recaudación fiscal para programas sociales o infraestructura. 

Diferencias clave entre empresa formal y empresa informal

Las empresas formales informales se distinguen principalmente por su relación con el marco legal, su impacto en la economía y los beneficios sociales que otorgan a empleados y clientes.

Veamos las principales diferencias:

Legalidad

Las empresas formales cumplen con las legislaciones vigentes y están dadas de alta ante las autoridades fiscales, teniendo permisos para operar; en cambio, las informales operan sin registro oficial y fuera del marco legal establecido, por lo que no pueden emitir facturas ni funcionar adecuadamente.

Obligaciones fiscales

Una de las principales diferencias entre ambos tipos de empresas radica en el cumplimiento fiscal. 

Las empresas formales están obligadas a declarar impuestos, emitir comprobantes fiscales y llevar una contabilidad estructurada. 

Por el contrario, las empresas informales evaden estos procesos, pudiendo reducir costos, pero también quedando fuera de beneficios fiscales.

Seguridad laboral

Una empresa formal garantiza prestaciones clave a sus empleados, como seguro social, vacaciones y cumplir con el derecho laboral.

Esto otorga una mayor estabilidad y seguridad, lo que no ocurre en una empresa informal, donde estas prestaciones suelen ser inexistentes, dejando a los colaboradores en una situación vulnerable y afectando su comodidad y productividad.

Acceso a financiamiento

Otra diferencia crucial es que las empresas formales tienen acceso a diversas fuentes de financiamiento, como créditos bancarios, inversionistas, etc., lo cual marca una diferencia en el crecimiento y sostenibilidad de su negocio.

Contrario a esto, una empresa informal pierde este derecho porque, al no estar registrada, no puede aprovechar estas oportunidades, lo que limita su desarrollo.

Reputación y confianza 

Una empresa formal genera confianza entre sus clientes, proveedores y socios comerciales gracias a su transparencia y cumplimiento con las normas. 

Por otro lado, las empresas informales suelen ser vistas con recelo, lo que puede dificultar la creación de alianzas estratégicas y la fidelización de clientes.

Crecimiento y escalabilidad

El marco legal y el acceso a recursos permiten a las empresas formales planificar y ejecutar estrategias de crecimiento a largo plazo, pudiendo llegar a nuevos mercados de manera más sencilla y ágil. 

En contraste, las empresas informales, al carecer de estructura y recursos, enfrentan mayores barreras para escalar sus operaciones y competir en mercados más amplios, pues no pueden tampoco cumplir con los marcos legales de otros países y, por tanto, no crecen. 

Cómo constituir una empresa formal

Pasar de una empresa informal a una empresa formal puede parecer un proceso complicado, pero siguiendo los pasos correctos, se puede conseguir y aprovechar todos los beneficios que ofrece este tipo de negocio. 

Veamos cómo hacerlo:

Definir la estructura legal del negocio

Lo primero es determinar qué tipo de entidad legal será más adecuada para tu empresa. Algunas de las opciones más comunes son:

  • Persona física con actividad empresarial: que es ideal para emprendedores individuales que no desean compartir la propiedad del negocio.
  • Persona moral (sociedad anónima, sociedad de responsabilidad limitada, etc.): si planeas tener socios o deseas limitar tu responsabilidad, una persona moral es la mejor opción.

Dependiendo de lo que elijas, tienes que consultar con un contador o abogado especializado para definir la estructura más conveniente.

Registrar tu empresa ante el SAT

Tienes que obtener tu Registro Federal de Contribuyentes (RFC) en el SAT. De esta forma, ya podrás pagar impuestos y emitir facturas de manera legal. Para obtener tu RFC, necesitarás:

  • CURP (Clave Única de Registro de Población).
  • Comprobante de domicilio (debe estar a tu nombre).
  • Identificación oficial (INE, pasaporte, etc).

Registrar actividad ante el IMSS

Si tienes empleados o planeas contratarlos, es muy importante que tu empresa quede registrada ante el IMSS; ya que solo así podrás cumplir con las obligaciones laborales y ofrecer prestaciones de salud, que son tan importantes para el bienestar de tu plantilla y crecimiento de tu organización.

Obtener los permisos necesarios

Dependiendo del giro de tu negocio, puede requerirse que obtengas permisos específicos para operar dentro del marco legal, por ejemplo:

  • Licencias municipales para abrir un establecimiento físico.
  • Permisos sanitarios en caso de operar en sectores de alimentos o salud.
  • Licencias de protección civil para poder manejar productos peligrosos, etc. 

Tienes que estar al tanto y consultar con las autoridades locales o estatales para poder cumplir con lo que se necesita y no recibir multas o sanciones.

Abrir una cuenta bancaria empresarial

Para tener una empresa formal, es necesario separar las finanzas personales de las de negocio.

Tienes que abrir una cuenta bancaria corporativa, pues esto te permitirá recibir pagos de clientes y realizar transacciones de manera profesional. 

Además, ten en cuenta que muchas entidades bancarias ofrecen productos financieros como créditos o líneas de financiamiento para empresas.

Contabilidad y facturación

Es importante llevar un control adecuado y preciso de tus ingresos y egresos, por lo que es recomendable contar con un experto o tener las herramientas financieras adecuadas para registrar todos los movimientos, emitir facturas, deducir gastos, etc. 

Tienes que asegurarte de que este sistema o plataforma cumpla con las normativas fiscales del SAT. 

Cumplir con las obligaciones fiscales y laborales

Cuando hayas hecho todo lo anterior para tener una empresa formal, tienes que cumplir con las obligaciones fiscales y laborales correspondientes, lo que incluye:

  • Declarar impuestos mensual o anualmente.
  • Pagar impuestos como ISR, IVA, entre otros.
  • Cumplir con las prestaciones laborales de tus colaboradores, como vacaciones, aguinaldo, seguro, etc. 

Es fundamental que sigas todos estos pasos para evitar sanciones y asegurar que tu negocio opere legalmente.

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