¿Te has preguntado por qué algunas empresas prosperan mientras que otras enfrentan problemas financieros constantes? La clave está en la gestión de sus finanzas empresariales.
Según datos del Centro de Desarrollo de Competitividad y el INEGI, solo el 25% de las pymes sobrevive los primeros 2 años y una de las causas es la mala administración financiera. Afortunadamente, existen herramientas, como las tarjetas empresariales, para no formar parte de esta estadística.
Así que sigue leyendo y toma nota sobre cómo puedes hacer para que las finanzas de tu empresa mejoren y pueda consolidarse y crecer.
Las finanzas empresariales son la columna vertebral de cualquier negocio, grande o pequeño. Se trata del conjunto de actividades, estrategias y decisiones que involucran la gestión del dinero dentro de la organización para tener una buena salud financiera.
Esto abarca desde la planificación de inversiones hasta la administración de activos y pasivos, pasando por el control de ingresos y gastos.
En este aspecto, hay que tener en cuenta que hay diferentes tipos de finanzas empresariales:
La importancia de una gestión financiera sólida en una empresa no puede subestimarse, pues es un indicador que mide la salud de tu negocio, por lo que descuidarlas podría generar problemas y, en última instancia, acabar en la quiebra.
Además de eso, este elemento incide en puntos clave como:
Una de las razones más evidentes es que las finanzas empresariales afectan directamente todas las decisiones estratégicas que tomas. Desde la expansión a nuevos mercados hasta la contratación de personal, cada elección tiene un impacto financiero.
Un manejo eficaz de las finanzas también es crucial para la sostenibilidad a largo plazo.
Las empresas con finanzas sólidas tienen una mayor probabilidad de sobrevivir en mercados competitivos, adaptarse a cambios y capitalizar nuevas oportunidades.
Una gestión financiera transparente y eficaz también mejora las relaciones con inversionistas, accionistas y otros stakeholders. Cuando las finanzas están en orden, se genera más confianza, lo cual puede traducirse en mayores inversiones o mejores términos de crédito.
Ahora que sabes sobre la importancia de las finanzas empresariales, es momento de que te demos algunos puntos que pueden ayudarte a identificar si vas por buen camino o no.
Conocer y entender ciertos ratios financieros te dará una imagen clara de dónde se encuentra tu negocio.
Algunos de los más importantes incluyen:
Otra de las buenas señales para las finanzas empresariales es el flujo de efectivo positivo, que significa que la empresa genera más dinero del que gasta.
Es un indicador clave de que se tiene la capacidad para enfrentar desafíos económicos a corto y a largo plazo, lo que es muy importante para cualquier organización.
Disponer de un fondo de reserva es como tener un "colchón" que te permitirá afrontar imprevistos sin tener que recurrir a financiamiento externo de emergencia.
Asimismo, se pueden emplear para adquirir activos fijos o para financiar ampliaciones, con el fin de seguir creciendo el negocio.
Si en este momento, te has dado cuenta de que tus finanzas empresariales no están en su mejor momento, no te preocupes porque hay distintas opciones y soluciones.
Veamos algunos de los mejores métodos para eficientarlas y garantizar que tu negocio siga en pie.
Parece obvio, pero es sorprendente cuántas empresas no tienen un control estricto de sus gastos. Revisar regularmente las salidas de dinero y encontrar formas de reducir pagos innecesarios puede tener un gran impacto en tus finanzas.
Lo mejor de todo es que no es tan difícil como se cree. Una de las mejores opciones para tener un manejo adecuado del dinero son las tarjetas empresariales, que te ayudan a tener un control sobre los gastos de tu negocio.
Además, te permiten eficientar muchos movimientos, como la dispersión de saldos, la comprobación de gastos y el seguimiento por empleado y categoría, la deducción de impuestos y mucho más, que son acciones que sin esta tecnología te tomarían mucho tiempo.
Al considerar esta opción, evitas procesos engorrosos y disminuyes las posibilidades de cometer errores por hacer todo de forma manual, lo que podría terminar afectando las finanzas empresariales.
Una excelente estrategia para mejorar es que tú, como dueño, inviertas parte de tu capital en acciones o estrategias para generar mejores retornos.
Por ejemplo, según la situación actual, podrías formar un mejor equipo para lograr un modelo de negocio más fuerte y funcional.
Asimismo, están las opciones más tradicionales, como son las inversiones en acciones, en otras empresas, buscar alianzas y mucho más.
Todo esto te puede ayudar a tener más oportunidades de ingresos, entrar en nuevos mercados y hacer que tu negocio crezca.
El financiamiento es una herramienta fundamental para los negocios que desean adquirir un capital más grande y tener una liquidez óptima para poder hacer frente a las obligaciones económicas que surgen.
Cada vez hay más opciones fuera de la banca tradicional para pymes que desean acceder a préstamos, como las sofomes o el crowdfunding.
Un presupuesto detallado es esencial para tener una visión clara de tus ingresos y gastos. Esto te permite saber qué partes del negocio son más rentables y cuáles necesitan ajustes.
Un presupuesto no es una herramienta estática, por lo que debe revisarse y ajustarse regularmente para adaptarse a las realidades cambiantes del mercado.
Además, esta herramienta te permite establecer objetivos financieros a corto y largo plazo y, con estos en mente, puedes tomar decisiones empresariales más informadas y enfocadas.
Depender de una sola fuente de ingresos es un riesgo grande, así que lo mejor es buscar formas de diversificar ofreciendo nuevos productos, servicios o entrando en nuevos mercados. Esto te protegerá contra la volatilidad y te ofrecerá múltiples flujos de ingreso.
Ten en mente que diversificar no significa perder el enfoque, pues cada nuevo flujo debe alinearse con tu marca y competencias clave para asegurar que añade valor a tu negocio y no simplemente dispersa tus recursos.
La automatización de procesos puede llevar a eficiencias significativas, ya que al aplicarlo en tareas repetitivas, reduces la probabilidad de error humano y liberas tiempo para que el equipo se concentre en actividades más estratégicas.
Muchas herramientas modernas ofrecen opciones de automatización que se pueden adaptar a las necesidades específicas de tu empresa; un ejemplo son las tarjetas corporativas, que te permiten realizar o gestionar todo desde plataformas o aplicaciones web, para ahorrar tiempo.
Solo considera abordar la automatización con cuidado, para que tengas claro qué procesos se beneficiarán de ella y realiza pruebas antes de implementar completamente cualquier nueva herramienta o software.
Un equipo bien entrenado es más eficiente y comete menos errores, lo que se traduce en ahorros a largo plazo. Los programas de capacitación pueden parecer una inversión grande al principio, pero los beneficios a largo plazo superan con creces los costos iniciales.
Además, la capacitación adecuada mejora la satisfacción y la retención de los empleados, lo cual es crucial para el éxito a largo plazo de cualquier empresa.
Los colaboradores satisfechos y comprometidos a menudo van más allá de sus responsabilidades básicas, lo que puede resultar en mejoras en la eficiencia y la productividad.
Este punto es muy importante, sobre todo para pequeñas y medianas empresas.
Por más problemas de finanzas que haya en tu negocio, debes evitar poner parte de tus ahorros personales o ingresos para hacer frente, pues estarías afectando la calidad de vida de tus seres queridos y la tuya.
Lo mejor es nunca mezclar finanzas y para ello, es clave gestionar inteligentemente tanto el presupuesto corporativo como el personal.
Existen otras estrategias, como ya hemos mencionado, para que esto sea más fácil de sobrellevar, así que no tomes decisiones apresuradas y poco asertivas.
Los contratos con proveedores, arrendadores o socios a menudo se establecen en un punto en el tiempo y luego se olvidan. Sin embargo, las condiciones del mercado cambian, y lo que era un buen acuerdo hace un año puede no serlo ahora.
Por lo anterior, es importante que te tomes el tiempo para renegociar términos en caso de considerarse óptimo, pues puede resultar en ahorros significativos.
Al renegociar, solo asegúrate de hacer tu tarea, es decir, investiga precios actuales, prepara argumentos sólidos y ten disposición para comprometerte.
A menudo, los proveedores están más dispuestos a negociar con clientes que pueden demostrar que una relación beneficia a ambas partes.
Tus precios deben reflejar el valor que ofreces, pero también deben tener en cuenta los costos actuales de producción y operación. Si los costos han subido, puede ser el momento de revisar tus precios para asegurarte de que siguen siendo sostenibles.
Solo ten en cuenta que antes de hacer cualquier cambio, debes llevar a cabo un análisis de mercado para entender cómo los clientes potenciales y existentes podrían reaccionar; siempre debe hacerse de forma estratégica.
Ahora que eres más consciente de la importancia que tienen las finanzas empresariales para garantizar la supervivencia de cualquier negocio y maximizar el valor para accionistas, es momento de que pongas en acción los consejos que te hemos dado.
Recuerda que una buena gestión financiera es la base para la prosperidad a largo plazo de cualquier organización, ¡y eso incluye a la tuya!
Así que si quieres tener éxito y seguir creciendo, comienza a usar herramientas modernas, como las tarjetas corporativas, que te ayuden a potenciar tus finanzas empresariales.