Los incentivos laborales cumplen una función específica dentro de un esquema de estrategias para mejorar la productividad y eficiencia de los trabajadores de una empresa, ya que al tratarse de beneficios que van de la mano con el sueldo base, representan una gran oportunidad de crecimiento para toda una organización.
Si quieres conocer qué son los incentivos laborales, los tipos que existen, algunas estrategias para comenzar a implementarlos en tu empresa y las mejores opciones para brindar ese reconocimiento a tus empleados por su trabajo, en este artículo abordamos todo lo relacionado con este tema.
Los incentivos laborales son pequeños beneficios que puede recibir un empleado de forma adicional como recompensa por su buena labor, su puntualidad, su desempeño o como una forma de motivar el trabajo de los colaboradores.
Cuando un empleado siente que su esfuerzo es valorado y recompensado, tiende a mejorar la calidad del trabajo en sus tareas diarias dentro de la empresa, por lo que los incentivos laborales pueden ser considerados como una especie de inversión para cosechar un trabajo más eficiente.
Los beneficios de los incentivos laborales no solo favorecen a los empleados, ya que el aumento en los niveles de productividad, desempeño y cuidado en cada labor, repercute directamente en los resultados financieros y de crecimiento para cualquier organización.
Es así que los incentivos laborales son una realidad que poco a poco comienza a tomarse con mayor seriedad, por lo que empresas están apostando por brindar este tipo de beneficios a sus empleados para alcanzar de manera mucho más sencilla la cima del éxito.
Los incentivos laborales no solo representan un beneficio económico para los empleados. Existen diferentes tipos que, aunque no sean dinero adicional, representan una gran oportunidad para impulsar la motivación de los colaboradores.
A pesar de la variabilidad que existe en el campo de incentivos laborales, es posible agruparlos en cuatro grandes grupos: económicos, no económicos, interpersonales y de desarrollo profesional.
Los incentivos laborales económicos hacen referencia a todos los beneficios que pueden recibir los empleados que implican directamente una suma de dinero, ya sea a través de un bono adicional, monederos electrónicos o vales para usar en distintas tiendas que tengan convenios con la empresa.
Estos incentivos laborales generalmente están condicionados por alguna meta que se alcanzó, el desempeño de los trabajadores durante un mes de labores, la productividad demostrada, conseguir clientes, entre otras actividades que se cumplen.
Al tratarse directamente de un beneficio económico adicional, es uno de los mejores incentivos que se pueden generar para un empleado, ya que la salud financiera siempre es un tema preocupante y ayudar con la carga será recompensado por cada colaborador en sus servicios profesionales.
A diferencia del primero, en este tipo de incentivos laborales no existe un beneficio de tipo económico por las jornadas laborales, sino que se refiere a todo aquello que sin generar un ingreso adicional, aporta una enorme ventaja para la vida diaria del personal.
Estos buscan ofrecer una especie de comodidad para las actividades fuera de la empresa, como puede ser la flexibilidad de horario, que existan días de trabajo remoto, o cualquier otro tipo de beneficio que repercute en el tiempo de cada empleado.
El objetivo de los incentivos laborales no económicos es impulsar mayores niveles de motivación, así como el fortalecimiento del vínculo que se genera entre un trabajador y la organización, lo que hace más factible su permanencia en la empresa.
En el tercer grupo se encuentran los incentivos laborales interpersonales, que tienen la finalidad de fortalecer las relaciones que se gestan en el espacio de trabajo a través de estrategias y estímulos que fomentan el propio crecimiento profesional.
Los incentivos laborales interpersonales pueden ser cosas simples, desde el reconocimiento de trabajo por parte de los superiores, así como la gestión adecuada que optimice los tiempos y el espacio de trabajo, hasta la creación y nutrición de canales de comunicación más amenos.
Este tipo de incentivos laborales se implementan para que un colaborador se sienta más cercano a la empresa, llegando a considerar el espacio laboral como una segunda casa.
Finalmente, en el cuarto grupo están los incentivos laborales de desarrollo profesional, que tienen el objetivo de brindar opciones para mejorar o aprender nuevas habilidades que ayuden en el campo laboral.
Las formas más frecuentes de este tipo de incentivos laborales son actividades que oferta la propia empresa o bien, el pago parcial o total de algunos cursos o talleres fuera de la misma para el crecimiento profesional de un empleado.
Ahora que conoces las cuatro formas en que se pueden otorgar incentivos laborales a los trabajadores, es importante saber cuál es el mejor de ellos para una empresa.
La respuesta no es tan sencilla, ya que se requieren análisis internos para determinar qué puede funcionar mejor para todos.
En primer lugar, es necesario que como organización se tenga claro qué se busca al otorgar incentivos laborales: aumento de productividad, mayor lealtad, más motivación, entre otras. Posteriormente, se debe establecer comunicación con los trabajadores para conocer cuáles son las necesidades más importantes que tienen en su día a día.
Una vez que se decide cuál o cuáles pueden ser las mejores opciones, es importante tomar en cuenta que los beneficios deben ser bilaterales, es decir, que ayuden tanto a la empresa como al trabajador.
Finalmente, un aspecto fundamental de los incentivos laborales es que nunca deben fungir como recompensas para fomentar la competitividad dentro de los espacios de trabajo, ya que esto puede traer consecuencias negativas para lo que busca una empresa.
No olvides dar a conocer estos incentivos laborales entre tus trabajadores, para que puedan ser acreedores de este beneficio y todos crezcan en el ámbito laboral y personal.
Los incentivos laborales tienen la finalidad de mejorar las condiciones de vida en los distintos ámbitos de los colaboradores dentro de una empresa, pero también permiten mejorar la productividad, la motivación, la lealtad, entre otras.
Entre los objetivos más frecuentes de los incentivos laborales, o las razones por las que una organización decide implementar los incentivos laborales, destacan:
En resumen, la introducción de incentivos laborales tiene un doble objetivo; por un lado, que los empleados se sientan valorados y exista una recompensa por todo el servicio profesional que prestan a una empresa, y por el otro, que haya beneficios para la organización y aumente su competitividad en el mercado.
Al final, lo que ayuda también a la compañía es la retención de los talentos y evitar caer en una frecuente rotación de personal que puede afectar seriamente las finanzas y productividad de un negocio.
Existen varias ventajas que una empresa puede adquirir en el caso de que decida apostar por un sistema de incentivos laborales para recompensar el trabajo de los empleados mediante metas claras y concisas que se pueden alcanzar de forma sencilla.
Los beneficios que son comunes a la mayoría de compañías son los siguientes.
Sin duda, apostar por los incentivos laborales tiene un fuerte impacto en las condiciones y el espacio de trabajo, por lo que cada día más empresas optan por este sistema de recompensas para motivar el esfuerzo de cada colaborador.
Ya que conoces lo que son los incentivos laborales y los cuatro grupos en los que pueden clasificarse, vamos a hacer una revisión rápida sobre los 10 mejores incentivos laborales, con los que podrás motivar a los empleados para alcanzar su desarrollo profesional y mejorar su esfuerzo.
Una de las primeras maneras de brindar incentivos laborales es mediante las comisiones, que son una forma de retribución que puede variar de acuerdo con los servicios prestados o bien, la ventas que se han alcanzado.
La cifra depende de cada empresa. Puede ser un porcentaje sobre las ventas totales que se realizaron con un cliente, es decir, si vendes más obtienes mejores beneficios.
Aunque se trata de un beneficio que se gesta con mayor frecuencia en los departamentos de ventas, también existe la posibilidad de que se premie el esfuerzo de todo el equipo de trabajo y se otorgue un pequeño porcentaje del total completo durante un mes.
Otra de las formas que existen para incentivar a los empleados es la promoción, que hace referencia al momento en que uno de los colaboradores logra un ascenso, lo que conlleva un aumento de responsabilidades pero también de salario.
La promoción ayuda a motivar a los empleados para esforzarse al máximo en sus actuales puestos de trabajo, ya que si existe la oportunidad de crecimiento y ascenso en la empresa, es más probable que los resultados sean positivos para la misma.
Se trata de uno de los incentivos más importantes de la lista. Las prestaciones superiores a la ley, al ser beneficios que son totalmente opcionales, son extremadamente atractivas y por ello, las empresas empiezan a apostar más por este tipo de motivación laboral.
Entre las prestaciones mejor valoradas se encuentran los vales de despensa, los vales para vestimenta, vales de gasolina, vales de regalo, tarjetas de restaurantes, entre otros, ya que cumplen con una función financiera adicional que cuidan del bienestar económico del empleado y de la familia.
Si una empresa decide implementar este tipo de beneficios para los empleados, es casi seguro que aumentará la productividad, la satisfacción y la confianza de los colaboradores, y con ello, los objetivos de la organización serán más sencillos de alcanzar.
Otro de los incentivos laborales son los que tienen que ver con el rendimiento que muestra un empleado a lo largo de un periodo de trabajo, sea quincenal o mensual. Lo que busca este incentivo es implementar una recompensa basada en el desempeño de una actividad o de algún proyecto.
La recompensa por el rendimiento del empleado es a libre elección del patrón, pero las condiciones de la misma deben expresarse previamente para que, conociendo el premio, la productividad y el esfuerzo naturalmente aumenten.
Este tipo de incentivo laboral es otra de las mejores apuestas de la empresa, ya que ofrecer flexibilidad en varios aspectos del día a día laboral puede tener enormes beneficios para colaboradores y patrones.
Es importante cuidar la satisfacción de un empleado dentro de sus actividades diarias, y esta flexibilidad es el ingrediente perfecto, ya que basta con ofertar posibilidades de trabajo remoto, cambios en horario para poder comenzar antes una jornada o más tarde, así como la semana laboral comprimida.
Todo esto permitirá que los empleados se encuentren motivados para lograr un mejor desempeño, lo que conviene a cualquier empresa.
El incentivo que tiene que ver con el reconocimiento profesional es otra opción, ya que esta parte es fundamental para reducir al máximo la rotación de personal, problema de muchas empresas.
Si una organización comienza a reconocer el trabajo de cada colaborador, puede marcar una diferencia para la misma. Lo anterior tiene como consecuencia natural que se sientan cercanos y valorados por la organización, y por ende, el esfuerzo será notorio para el negocio.
En este tipo de incentivos laborales ya nos encontramos con aquellos que tienen que ver con el desarrollo profesional de los colaboradores, y es simplemente abrir la posibilidad de que los empleados tomen cursos, ya sean ofertados por la empresa o por terceros, para expandir su campo de trabajo.
No tiene que ser una oferta total, incluso, otorgando herramientas o el pago parcial de algún curso, este incentivo laboral tendrá enormes beneficios, porque no solo el empleado se sentirá más cercano a la empresa, sino que aumentarán sus habilidades profesionales y con ello, será más eficiente en sus tareas.
Dentro de los incentivos laborales no económicos tenemos los espacios de ocio, que son una buena opción para aliviar la presión del trabajo de los colaboradores en el día a día. Algunos espacios como salas de juegos, de meditación o incluso, los masajes, pueden motivar el trabajo de un equipo dentro de la empresa.
Aunque este tipo de incentivo laboral no es común, es un enorme beneficio que trae muchas ventajas al contar con empleados más descansados y con espacios para dar rienda suelta a la creatividad, a fin de mejorar los niveles de productividad.
Los días libres que sean completamente pagados es una gran apuesta, ya que se trata de uno de los incentivos laborales mejor valorados por los empleados.
Esto no quiere decir directamente que es brindar días libres por azar durante un ciclo de trabajo, sino una opción a tomar en cuenta frente a los imprevistos que pueden ocurrir.
En caso de que uno de los trabajadores se enferme, o bien, tenga que resolver algún pendiente durante un día laboral, saber que tienen el respaldo de la empresa y que su día se encuentra totalmente cubierto ayuda enormemente a la salud de los colaboradores y a sentirse valorados por la organización.
La comprensión de los patrones frente a este tipo de situaciones es un excelente punto de partida para mejorar las condiciones de trabajo y la productividad de manera sencilla.
Finalmente, otra de las cosas que valoran los empleados es sentir que sus sugerencias o quejas son escuchadas. Implementar una rutina de feedback permite el desarrollo de una comunicación más cercana y con ello, la resolución de problemas se vuelve más eficiente.
Si existe una buena retroalimentación entre empleados y patrones, la convivencia será amena para ambas partes, y la energía de trabajo será distinta, lo que generará mayor productividad y eficiencia en las tareas cotidianas.
Los incentivos laborales son muy importantes, ya que no solo benefician a la empresa al comenzar a implementarlos, sino que ayudan a retener talento y reducir al mínimo la rotación de personal, mejorar los niveles de productividad y eficiencia, entre otros.
Además, los empleados se sienten valorados y recompensados, lo que trae todas las ventajas que ya hemos mencionado.
Si una empresa desea apostar por este tipo de beneficios, siempre se puede partir desde las prestaciones opcionales, que tienen la facilidad de otorgar un ingreso adicional para gastos de despensa, gasolina, vestimenta, etcétera.
Aunado a esto, existen empresas como Edenred que facilitan los procesos de vales de despensa, tarjetas de regalo y otros servicios para otorgar a los empleados estas prestaciones que merecen, todo desde un monedero electrónico que se puede utilizar en infinidad de comercios.
Si quieres ver crecer tu negocio y cómo se encamina hacia la cima del éxito, comienza con los incentivos laborales para reconocer el esfuerzo de cada uno de los pilares de cualquier compañía.