La gestión de recursos es clave en las empresas. Tanto es así que, de acuerdo con la Asociación de Emprendedores de México (ASEM), la falta de liquidez financiera es una de las principales causas de cierre en el país: alrededor del 35% de las pymes han salido de circulación por esta razón.
La liquidez financiera hace referencia a la capacidad de las compañías para convertir sus activos en efectivo y poder responder a sus compromisos financieros inmediatos, como pago a proveedores, nómina y otras deudas a corto plazo.
Por ello, en esta entrada te vamos a explicar todo sobre el tema y te daremos algunos consejos para evitar que tu empresa sufra por ello y se mantenga en funcionamiento a largo plazo.
La liquidez financiera es crucial desde el inicio, pues de acuerdo con el Centro para el Desarrollo de la Competitividad Empresarial (CETRO-CRECE), el 75% de las micro, pequeñas y medianas empresas mexicanas cierran definitivamente antes de cumplir los 2 años.
En este sentido, se debe prestar atención a lo siguiente:
El flujo de efectivo, o cash flow, es uno de los aspectos más críticos para el éxito de las pymes en México. Se refiere a los ingresos y egresos que se dan a lo largo del día.
Aunque una empresa tenga una buena cantidad de ventas o ingresos, si no hay liquidez para cubrir los compromisos inmediatos, puede tener serios problemas en cuanto a lo operativo.
Especialmente las pequeñas empresas, suelen depender de un flujo de efectivo constante para mantenerse funcionando, ya que no hay grandes reservas de dinero ni acceso inmediato a financiamiento externo.
Por ello, es importante gestionar este flujo para evitar retrasos en los pagos importantes, como nómina o cuentas de proveedores.
La liquidez financiera no solo impacta en el pago de deudas, sino también en las operaciones diarias.
Si no se cuenta con los recursos necesarios, puede haber dificultades para adquirir los insumos necesarios para producir los bienes o servicios que oferta, lo que puede causar la interrupción de la producción o retrasos.
El tener una buena liquidez, además de que permite operar sin problemas, ayuda a lograr un crecimiento sostenible y expandirse.
Una empresa que mantiene un flujo de efectivo positivo puede aprovechar oportunidades de inversión, como compra de equipo, contratación de especialistas o expansión a nuevos mercados.
No obstante, si no se gestionan bien los recursos, aun cuando haya oportunidades de crecimiento, se pueden frenar por no tener un colchón financiero y no poder hacer frente a riesgos.
La falta de liquidez puede poner en serio peligro la supervivencia de una pyme. A continuación te explicamos cómo afecta y por qué puede llevar al cierre:
Una de las consecuencias más inmediatas de la falta de liquidez financiera es la incapacidad de poder cumplir con las obligaciones que se tienen a corto plazo.
Las pymes tienen que responder a diferentes compromisos, como nómina, alquileres, impuestos, proveedores, etc., y cuando no hay suficiente efectivo, se pueden acumular retrasos y deudas, teniendo que pagar más por intereses.
No cumplir con estas obligaciones puede traer problemas legales y financieros graves:
Cuando una empresa quiere mantenerse vigente, necesita apostar por el crecimiento y para ello, se requieren opciones de crédito o financiamiento.
La liquidez financiera es clave porque es un indicador para la capacidad de pago de una organización.
Al buscar financiamiento, el estado de flujo de caja es un documento que se debe mostrar para que haya credibilidad y se tenga acceso a estas oportunidades.
Asimismo, factores como calificación crediticia pueden generar que si una pyme obtiene financiamiento, las condiciones sean poco favorables, es decir, tasas de interés más altas y pagos más estrictos, aumentando la presión financiera.
La falta de liquidez también limita las oportunidades de crecimiento de las pymes, pues si no se tienen ingresos suficientes no se puede invertir en aspectos clave como:
Cuando las pymes no tienen liquidez financiera no pueden hacer estas inversiones, lo que ocasiona que se estanque y disminuya la competitividad. Esto, a largo plazo, puede llevarlas incluso al cierre.
La falta de liquidez, además de afectar en operaciones, tiene un impacto negativo en la reputación de las empresas, pues la imagen frente a proveedores, clientes e inversionistas se puede ver afectada cuando no se cumplen los compromisos a tiempo.
Por ejemplo, puede haber retrasos en la entrega de productos o servicios, disminución de calidad, pagos tardíos a proveedores, quienes pueden empezar a desconfiar de la empresa, o hasta inversores preocupados al ver que la empresa no maneja adecuadamente la liquidez, lo que puede provocar que retiren su apoyo financiero.
Para evitar estos problemas y mantener una buena liquidez financiera, es importante tomar en cuenta algunas estrategias y prácticas.
Uno de los puntos más importantes para prevenir problemas de liquidez financiera es tener un control del flujo de efectivo de la empresa.
Esto permite anticipar posibles problemas antes de caer en una crisis y poder actuar, evitando el cierre definitivo.
En este aspecto, es clave contar con herramientas y plataformas financieras que permitan registrar todas las transacciones financieras entrantes y salientes de la organización. Por ejemplo, Empresarial Edenred permite administrar todas las compras y pagos de tu empresa, optimizando el control, deducción y comprobación a través de la app móvil y la plataforma web.
Además, al tratarse de un monedero electrónico autorizado por el SAT, puedes obtener ahorros al tener la posibilidad de deducir tus gastos.
Adicional a esto, con esta plataforma puedes monitorear las cuentas por cobrar y pagar, teniendo un manejo adecuado de todo y evitando retrasos, que pueden generar intereses. La domiciliación de pagos puede marcar la diferencia en este sentido.
Manejar adecuadamente el inventario ayuda a prevenir problemas de liquidez financiera, pues se evita el exceso de productos que no se venden, lo que puede inmovilizar el capital que podría emplearse para otros fines.
Lo mejor es mantener un nivel de inventario adecuado para las necesidades de tu negocio y la demanda de los clientes, así se evitan costos adicionales de almacenamiento o depreciación.
El fondo de reserva es una estrategia crucial para la liquidez financiera, ya que permite hacer frente a imprevistos.
Tener una cantidad destinada a situaciones inesperadas puede marcar la diferencia entre la supervivencia y el cierre de una pyme.
Por ello, es importante evaluar constantemente el monto necesario para este fondo, dependiendo de las necesidades de tu empresa; se debe procurar que se puedan cubrir 3 o 6 meses de operaciones con dicha cantidad.
Las condiciones de pago a proveedores juegan un papel importante en la liquidez financiera de las pyme. Tener buenos acuerdos puede mejorar el flujo de efectivo.
Por ejemplo, si hay determinadas dificultades de recursos inmediatos, lo ideal es negociar plazos de pago más largos, así tendrás tiempo adicional para generar ingresos antes del pago.
Asimismo, considera que hay ocasiones en que los proveedores incentivan a los clientes a pagar antes de la fecha de vencimiento, es decir, de manera anticipada, recibiendo algún descuento.
Las líneas de crédito y préstamos son herramientas muy útiles, pero deben gestionarse de manera estratégica, es decir, solo en aquellos momentos en que sean necesarios y cuando se tenga un plan bien estructurado para su devolución.
Es importante revisar las condiciones del crédito: tasas de interés, plazos, comisiones, etc., antes de firmar algún acuerdo financiero.
Asimismo, solo se debe optar por esta opción cuando se tenga un plan de crecimiento o que genere mayores ingresos para que no se vea afectada la liquidez financiera.
La falta de liquidez es un desafío común para las pymes, pero con una buena planificación financiera se puede transformar esta amenaza en una oportunidad para fortalecer tu negocio.
Tener estrategias enfocadas en el control de gastos, flujo de efectivo y contar con reservas, ayuda a afrontar los imprevistos y aprovechar adecuadamente las oportunidades del mercado.
En este sentido, herramientas financieras, como Empresarial Edenred, pueden marcar la diferencia para tener una visión total de las entradas y salidas de una organización, anticiparse a dificultades antes de que se conviertan en crisis y mantener siempre un fondo para emergencias.
Una pyme con finanzas saludables no solo logra sobrevivir en tiempos difíciles, sino que también tiene mayores posibilidades de crecer y consolidarse en su mercado. Así que si quieres potenciar el valor financiero de tu empresa, ¡contáctanos! Nuestras soluciones te ayudarán a mantenerte vigente y funcionando.