El comportamiento organizacional es una disciplina importante en el ámbito empresarial, cuyo objetivo es entender cómo interactúan las personas dentro de una compañía y cómo estas relaciones influyen en el desempeño, la cultura y los objetivos en común.
Por medio del análisis de dinámicas como la motivación, el liderazgo y la comunicación, busca optimizar el ambiente laboral e impulsar el crecimiento individual y organizacional.
Para que comprendas la importancia del comportamiento organizacional para el éxito empresarial, aquí te explicamos todo sobre el tema.
El comportamiento organizacional es una rama que estudia y analiza cómo las personas, estructuras y grupos interactúan dentro de una empresa y qué consecuencia traen sus conductas, con el fin de optimizar su rendimiento.
Aquí entran en juego aspectos como la motivación de los colaboradores, el liderazgo, la comunicación y la cultura organizacional.
Enfocándose en estos elementos, el comportamiento organizacional permite a las empresas crear estrategias que promuevan el bienestar de los miembros e impulsen el logro de objetivos de la compañía.
Comprender el comportamiento organizacional y trabajar en él es muy importante para alcanzar los objetivos dentro de un negocio.
Algunas de las razones de su relevancia son:
Al entender cómo motivar a los colaboradores y optimizar procesos, es posible lograr un mejor funcionamiento dentro de las distintas áreas de una empresa, logrando mayor productividad y resultados.
Crear un ambiente laboral positivo ayuda a promover la retención de talento y evitar gastos adicionales en procesos de selección de personal y capacitaciones.
Las empresas que le dan atención al comportamiento organizacional tienen la ventaja competitiva de que sus colaboradores están más conformes con sus trabajos y, por tanto, no desean irse de ahí.
Al establecerse un entorno donde las ideas nuevas y la cohesión cultural son pilares, se crea un espacio donde los colaboradores se sienten seguros de expresarse.
De esta manera, se estimula la creatividad y la colaboración, impulsado a los diferentes equipos a proponer soluciones disruptivas que pueden mantener a la organización competitiva.
Un enfoque estratégico en el comportamiento organizacional contribuye a fortalecer la cultura corporativa.
Compartir valores y objetivos, no solo mejora el sentido de pertenencia de los miembros, sino que alinea sus esfuerzos con la visión de la empresa, generando un ambiente saludable y positivo, y reforzando el compromiso de los equipos con el éxito colectivo.
El comportamiento organizacional está conformado por cuatro principios fundamentales, que tienen un impacto directo en los ambientes profesionales:
Las empresas tienen que considerar el comportamiento de las personas tanto a nivel individual como grupal.
Las personas son el núcleo del comportamiento organizacional porque sus acciones, motivaciones y relaciones determinan el éxito o fracaso de un negocio.
Por ello, estudiar el comportamiento humano permite identificar maneras de mejorar la comunicación, la cohesión entre equipos y la satisfacción laboral.
Para que las tareas que desempeña cada colaborador dentro de una empresa tenga verdaderos resultados debe estar en coordinación con el del resto de su equipo.
Por eso, es fundamental contar con una estructura general; de no existir, podría haber problemas importantes de coordinación, toma de decisiones y negociación.
Las relaciones laborales pueden cambiar dependiendo del grado de implementación de herramientas tecnológicas dentro de las empresas.
En un entorno tan conectado y automatizado, contar con lo esencial para facilitar el trabajo y los procesos repetitivos puede marcar una diferencia importante dentro del comportamiento organizacional.
Herramientas como software, sistemas de comunicación y plataformas digitales no solo aumentan la productividad, sino que también transforman las dinámicas laborales.
El entorno incluye todos los elementos externos que inciden en la organización, como la competencia, el mercado, las regulaciones de gobierno, etc., lo cual afecta significativamente en las actitudes de las personas y sus condiciones de trabajo.
Conocer todos estos factores y considerarlos ayuda a que haya una mayor adaptación en conjunto, permitiendo que las empresas puedan responder de mejor manera ante los cambios externos.
El comportamiento organizacional posee algunas características clave que se deben tomar en cuenta para tener una mayor claridad sobre su importancia dentro de las compañías:
Uno de sus objetivos principales es ayudar a las personas y las empresas a mejorar su desempeño.
Aplicando esta metodología, los negocios pueden lograr que las personas se sientan satisfechas con su rol dentro de un trabajo y, al mismo tiempo, mejorar las normas de competitividad del negocio, contribuyendo a su éxito.
El enfoque de este campo de estudio está en las contingencias, debido a que no se puede manejar una empresa o a las personas que la conforman de una única manera; siempre va a depender de las circunstancias que se presenten.
Por esta razón, el comportamiento organizacional siempre toma en cuenta variables como el entorno, es decir, el ambiente tanto interno como externo en que opera la empresa.
Otra característica clave del comportamiento organizacional es que propone la investigación sistemática del método científico.
Lo anterior quiere decir que, cuando se aplica esta teoría, se formulan hipótesis y generalizaciones sobre el comportamiento de las compañías para después comprobarlas de manera empírica.
En el comportamiento organizacional la base son las personas. El capital humano es lo que le da vida a una empresa y permite que se transforme y crezca.
Por ello, uno de los objetivos esenciales del comportamiento organizacional es ayudar al talento y las empresas a entenderse mejor.
Todas las empresas tienen sus propios desafíos y características, pero hay algunos parámetros generales que funcionan para medir el comportamiento organizacional.
Algunos de los indicadores más importantes en este aspecto son:
Otra forma de analizarlo, es a través de las entrevistas, encuestas o diálogos con colaboradores que hayan tenido una relación directa con la empresa y sus miembros.
Respecto a la frecuencia de análisis, lo más recomendable es llevarlo a cabo cada vez que se cumplan determinados objetivos del ciclo de investigación.
Existen muchos métodos y consejos que pueden ayudar a mejorar el comportamiento organizacional, como condiciones más favorables de trabajo, incentivos o reconocimientos.
A continuación, te explicamos los pasos principales para conseguirlo:
Poner metas a los colaboradores permite que puedan progresar de manera individual y, posteriormente, de manera grupal hacia un objetivo común.
Realiza reuniones con cada uno de ellos y transmíteles la importancia que tienen dentro de los procesos de la organización para poder diseñar las metas con base en sus ideas y aportaciones.
Esto ayudará a que se sientan escuchados, valorados y partícipes del éxito logrado.
El espacio en el que tus equipos desarrollan sus tareas diarias tiene que ser cómodo y contar con todo lo necesario para que lleven a cabo las actividades.
Por ello, es importante revisar los espacios que tiene actualmente la empresa, salas de junta, áreas comunes, etc., y detectar si requiere ciertos ajustes o cambios.
Contar con una buena iluminación, equipos completos y en buen estado permitirá mejorar la moral y el comportamiento organizacional. Parecen detalles pequeños, pero mejoran el rendimiento y la comunicación.
Brindar un sistema de incentivos para empleados puede marcar la diferencia dentro de una compañía, pues ayuda a aumentar su productividad y los hace sentir más valorados.
Dar recompensas adicionales por los logros que se tienen puede ser un aliado perfecto para mejorar el comportamiento organizacional.
Puedes darles desde tarjetas de regalo, días libres y premios, hasta prestaciones superiores a la ley fijas, como vales de despensa, para que puedan emplearlos en cadenas importantes, como Walmart o Aurrera. Eso hará que se motiven a ser mejores, crecer y dar óptimos resultados en el trabajo.
Alcanzar el éxito en el comportamiento organizacional demanda un trabajo diario, que tiene que realizarse de manera eficiente y, sobre todo, estar preparado para responder ante contingencias.
Para ello, se necesita tecnología que permita implementar cambios de manera ágil y avanzar más rápido en determinadas tareas o acciones.
Por ejemplo, contar con una plataforma financiera ayuda a que haya un control de gastos y pagos adecuada, facilitando las relaciones con proveedores y clientes, mantener en funciones las empresas y cumplir con obligaciones fiscales, que es tan importante para estar al día y poder crecer.
El comportamiento organizacional es clave para que las personas tengan la capacidad de adaptarse a los cambios e innovar, pero se necesitan los recursos y las estrategias adecuadas, como es el caso de incentivos, que los motiven, además de instalaciones y herramientas óptimas.
En Edenred conocemos la importancia de ello, por eso ofrecemos soluciones que ayudan a las empresas con esta ardua tarea, mejorando la confianza y productividad de los colaboradores.
Si quieres saber más sobre ellas, ¡hablemos! Te darás cuenta de que con pequeños cambios e implementaciones es posible lograr un mejor comportamiento organizacional y alcanzar los objetivos de manera exitosa.