Una de las preocupaciones más comunes de las empresas es el mantenimiento y revisión frecuente de su flotilla vehicular, ya que este problema no solo representa pérdidas monetarias, sino que puede afectar la reputación de la empresa.
Por ello, es importante realizar revisiones regulares a cualquier tipo de vehículo, además de contar con soluciones empresariales, que permitan a los negocios estar seguros ante cualquier tipo de eventualidad. Uno de los primeros elementos a tomar en cuenta es efectuar un chequeo al auto antes de viajar.
En este artículo vamos a conocer qué debes observar antes de cualquier recorrido.
Aquí te presentamos 10 puntos clave que no debes pasar por alto si cuentas con una flotilla de vehículos o haces uso de un auto para recorridos de trabajo, ya que las fallas mecánicas están siempre a la orden del día:
Es el lubricante esencial que permite que las partes móviles del motor se deslicen entre sí sin causar fricción excesiva o desgaste.
Sin un nivel adecuado o si el aceite está demasiado sucio, el motor puede sufrir daños irreparables.
Abre el capó de tu vehículo y localiza la varilla del aceite, extrae la varilla, límpiala con un paño y vuelve a insertarla.
Al sacarla de nuevo, verifica el nivel y el color del aceite; si está por debajo del indicador "mínimo" o si tiene un color negro y viscoso, es hora de un cambio.
El anticongelante, también conocido como líquido refrigerante, juega un papel crucial en el sistema de refrigeración del vehículo.
Ayuda a mantener el motor a una temperatura óptima, evitando sobrecalentamientos que podrían causar daños severos, como reducción de vida del motor o una eventual descompostura.
Para revisar el nivel de anticongelante, primero asegúrate de que el vehículo esté frío.
Luego, localiza el depósito del líquido refrigerante, que suele ser un recipiente transparente en el compartimiento del motor.
El nivel debe estar entre los indicadores de "máximo" y "mínimo".
Su correcto funcionamiento garantiza la seguridad tanto del conductor como de los ocupantes y otros usuarios de la carretera.
Inicia escuchando; si al frenar escuchas chirridos, rechinidos o cualquier otro sonido inusual, es una señal de que las pastillas o los discos podrían estar desgastados.
Además, si el pedal del freno se siente esponjoso o si el vehículo se tira hacia un lado al frenar, es un indicador de problemas en el sistema.
Otra recomendación es revisar visualmente los discos de freno a través de las ruedas. Si notas surcos profundos o un aspecto desgastado, es posible que necesiten reemplazo.
Un buen mantenimiento y revisión garantizan un viaje seguro, un manejo óptimo y una mejor eficiencia en el consumo de combustible. Ya que al ser el único punto de contacto entre el vehículo y la carretera es esencial su cuidado.
La suspensión de un vehículo tiene la importante tarea de brindar estabilidad, control y confort durante el viaje. Un sistema de suspensión en mal estado no solo afecta la calidad de la conducción, sino que puede comprometer la seguridad.
Si al estacionar tu coche notas que un lado está más bajo que el otro o si se inclina hacia adelante o hacia atrás, esto puede indicar un problema con los componentes de la suspensión.
Durante la conducción, presta atención a cómo se siente el vehículo en la carretera; si notas que el coche rebota excesivamente después de pasar por un bache es probable que la suspensión necesite revisión.
Tener un buen sistema de iluminación es esencial para la visibilidad nocturna, en días nublados o en situaciones de baja luminosidad.
Las luces no solo te permiten observar el camino, sino que también garantizan que otros conductores y peatones te vean.
Enciende el vehículo y verifica que todas las luces funcionen correctamente: faros delanteros (tanto luces bajas como altas), luces traseras, intermitentes, luces de freno y luces de reversa.
Si notas que alguna luz está opaca, amarillenta o de un color inusual, podría indicar que la bombilla está al final de su vida útil o que el faro está sucio o empañado.
Es vital que los faros delanteros estén correctamente alineados para asegurar una iluminación adecuada del camino sin deslumbrar a otros conductores.
Los limpiaparabrisas son esenciales para mantener una buena visibilidad en condiciones de lluvia o cuando el parabrisas se ensucia en el camino.
Un sistema de limpiaparabrisas defectuoso puede comprometer seriamente tu capacidad para ver la carretera.
Inspecciona las escobillas del limpiaparabrisas en busca de signos de desgaste, como grietas, roturas o desprendimientos.
Si las escobillas no están en buen estado, no limpiarán el parabrisas de manera eficiente y deberán reemplazarse.
Activa los limpiaparabrisas y observa cómo se desplazan; deben moverse de manera suave y uniforme, sin dejar áreas sin limpiar o producir chirridos.
Asegúrate de que el depósito del líquido limpiaparabrisas esté lleno, ya que no solo ayuda a limpiar el parabrisas, sino que contiene soluciones que evitan la formación de hielo en climas fríos y reducen la acumulación de suciedad.
La batería proporciona la energía necesaria para arrancar el motor y alimentar todos los sistemas eléctricos. Por tanto, si esta se encuentra en mal estado, puede dejarte varado en el lugar menos esperado.
Comienza revisando las conexiones de la batería; deben estar limpias y sujetas firmemente.
Si observas corrosión (una sustancia blanca o verde alrededor de los terminales), límpiala con un cepillo de alambre y una mezcla de agua y bicarbonato de sodio.
Si cuentas con un voltímetro, puedes verificar el estado de carga de la batería, una completamente cargada debe mostrar alrededor de 12.6 voltios con el motor apagado.
En caso de que el voltaje sea significativamente más bajo, es posible que la batería necesite cargarse o cambiarse.
Estas tienen una vida útil limitada, generalmente entre 3 y 5 años, así que si tiene más de 3 años, es recomendable hacerle pruebas periódicas.
Las bujías, cables y filtros son componentes esenciales para el correcto funcionamiento del motor.
Estas piezas garantizan una combustión eficiente y ayudan a mantener el motor limpio y libre de impurezas.
Extrae y examina las bujías de encendido; deben tener un aspecto limpio y sin residuos. Si observas carbonilla, aceite o cualquier otro tipo de depósito en la bujía, podría ser señal de problemas en la combustión o en otras partes del motor.
Inspecciona los cables de las bujías en busca de signos de desgaste, como grietas, cortes o áreas quemadas. Un cable defectuoso puede provocar fallos en el encendido y reducir el rendimiento del motor.
Los amortiguadores son una parte esencial del sistema de suspensión de un vehículo, ya que ayudan a absorber los impactos y vibraciones de la carretera, proporcionando una conducción más suave y estable.
Unos amortiguadores en mal estado pueden afectar negativamente la maniobrabilidad y la seguridad del vehículo.
Comienza con una revisión visual de los amortiguadores en busca de signos de daño o desgaste, como fugas de fluido, abultamientos o corrosión.
Estaciona el vehículo en una superficie plana y aplica presión hacia abajo en una esquina del coche, luego suéltalo rápidamente. Si el vehículo rebota varias veces antes de estabilizarse, es probable que los amortiguadores necesiten ser reemplazados.
Mantener un vehículo en óptimas condiciones antes de cualquier viaje no solo es una cuestión de eficiencia, sino también de seguridad.
Como hemos visto, existen diversos puntos clave que deben revisarse para garantizar el buen funcionamiento y la longevidad de nuestro vehículo.
Sin embargo, para las empresas, gestionar y llevar un control eficiente del mantenimiento de toda una flota puede ser una tarea abrumadora.
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