Violencia laboral: qué es, señales y estrategias para evitarla

Existe un fenómeno que afecta a millones de trabajadores a nivel mundial, se trata de la violencia laboral, también conocida como violencia en el lugar de trabajo, y que puede ser enfrentada a través de beneficios para empleados, con el objetivo de cuidar siempre el bienestar de estos mismos.

Este tipo de violencia no se limita únicamente a conflictos físicos, incluye algunos abusos verbales, acoso psicológico u otras formas de hostigamiento que pueden afectar severamente a los colaboradores.

En este artículo vamos a conocer qué es la violencia laboral, las señales que existen y las estrategias más efectivas para evitarla. 

¿Qué es la violencia laboral?

De acuerdo con lo referido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la violencia laboral es cualquier tipo de comportamiento abusivo que se produce en el contexto de un trabajo con la finalidad de causar daño físico, emocional o psicológico, o todo aquello que perjudique la reputación, desarrollo profesional o posibilidades de empleo.

En este sentido, la OMS identificó la violencia laboral como un serio problema de salud pública que afecta tanto el bienestar físico y mental de los trabajadores como su productividad.

Con frecuencia, estos actos están motivados por discriminación relacionada con el origen étnico, la cultura, la religión o el color de piel de la víctima. Estas agresiones no solo comprometen la integridad física y moral de las personas afectadas, sino que tienen un impacto severo en su salud mental y emocional.

La violencia laboral genera una reducción significativa en la productividad, un aumento en el ausentismo y una mayor rotación de personal. Además, puede dañar gravemente la reputación de la empresa, dificultando la atracción y retención de talento.

¿Cómo se clasifica la violencia laboral?

La violencia laboral se manifiesta de diversas formas. Cada una cuenta con características y consecuencias específicas, por lo que es necesario comprender estas categorías para diseñar estrategias efectivas de prevención y acción:

Violencia física

Ejemplos de estas conductas son golpes, empujones o incluso el uso de objetos como armas en el lugar de trabajo. 

La violencia física no solo pone en riesgo la integridad física de la víctima, sino que también genera un ambiente de temor y desconfianza en la organización.

Violencia verbal o psicológica

La violencia verbal o psicológica se manifiesta a través de palabras y acciones diseñadas para intimidar, humillar o afectar emocionalmente a la víctima. Esto incluye insultos, amenazas, gritos y humillaciones públicas.

Su impacto, aunque menos visible que el de la violencia física, puede ser igual de perjudicial, afectando la autoestima, el bienestar emocional y la capacidad de desempeño del trabajador.

Acoso sexual

El acoso sexual abarca conductas de carácter sexual no deseadas, tales como comentarios inapropiados, miradas lascivas, tocamientos, propuestas explícitas o cualquier forma de insinuación que incomode a la víctima. 

Este tipo de violencia laboral no solo viola la dignidad de la persona afectada, sino que también crea un ambiente laboral hostil e inseguro.

Hostigamiento laboral

El hostigamiento laboral, también conocido como mobbing, se refiere a conductas repetidas y sistemáticas que buscan intimidar, excluir o humillar a un trabajador. 

Estas acciones pueden incluir rumores malintencionados, asignación de tareas imposibles, aislamiento social y sabotaje profesional. A menudo, este tipo de violencia es prolongada y tiene efectos devastadores en la salud mental y física de la víctima.

Tipos de violencia laboral

En el entorno laboral, el acoso puede manifestarse de diversas maneras dependiendo de la relación jerárquica entre el agresor y la víctima. Es importante identificar estas modalidades para implementar estrategias específicas de prevención y resolución.

Acoso ascendente

Este tipo de acoso ocurre cuando una persona con un rango jerárquico superior es agredida por uno o varios subordinados. Aunque es menos común, este fenómeno puede presentarse a través de desobediencia deliberada, sabotaje de tareas o propagación de rumores que afecten la autoridad o reputación del líder.

Acoso horizontal

Suele incluir comportamientos como exclusión social, burlas, competencia desleal o sabotaje laboral. Este tipo de acoso puede ser especialmente dañino, ya que afecta directamente el clima laboral y la colaboración entre compañeros.

Acoso descendente

En muchas ocasiones, este tipo de acoso se utiliza como una estrategia para presionar al empleado a renunciar voluntariamente, evitando así que la empresa deba pagarle una liquidación. 

Las conductas incluyen críticas constantes, sobrecarga de trabajo intencionada y exclusión de oportunidades laborales.

¿Qué provoca la violencia laboral?

La violencia laboral es el resultado de una combinación de factores relacionados con el entorno de trabajo, las características individuales de los empleados y el contexto social y cultural. Es importante analizar estas causas para abordar el problema de manera integral.

Factores relacionados con el lugar de trabajo

Un entorno laboral inadecuado puede aumentar el riesgo de violencia, y entre los factores más comunes se encuentran:

• Entorno de trabajo estresante: la presión constante y las expectativas irreales generan conflictos y tensiones entre los empleados.
• Carga de trabajo excesiva: cuando los trabajadores se sienten desbordados, es más probable que surjan comportamientos agresivos derivados de la frustración y el agotamiento.
• Falta de control sobre el trabajo: la imposibilidad de decidir sobre las tareas o responsabilidades asignadas puede generar resentimiento y conductas conflictivas.
• Relaciones laborales deficientes: malas relaciones entre compañeros o superiores suelen ser un catalizador de violencia y hostilidad.
• Políticas empresariales inadecuadas: la ausencia de reglas claras para prevenir y manejar situaciones de violencia perpetúa un entorno inseguro.

Factores individuales

Las características personales también juegan un papel crucial en el desarrollo de la violencia laboral. Entre los factores individuales destacan:

• Problemas de salud mental: trastornos como depresión, ansiedad o estrés postraumático pueden influir en comportamientos agresivos.
• Antecedentes de violencia: personas con historial de conductas violentas tienen mayor predisposición a replicarlas en el entorno laboral.
• Experiencias traumáticas: vivencias pasadas de abuso o violencia pueden influir en cómo una persona reacciona ante conflictos.

Factores sociales y culturales

El contexto social y cultural puede normalizar o agravar la violencia en el lugar de trabajo, algunos de los factores clave son:

• Normas sociales: en sociedades que toleran la violencia, los comportamientos agresivos pueden ser más frecuentes y menos sancionados.
• Desigualdades de poder: jerarquías estrictas y desequilibrios de autoridad facilitan el abuso de poder y la violencia descendente.
• Discriminación:la discriminación basada en género, raza, orientación sexual u otros factores es una causa común de violencia y hostigamiento en el trabajo.

¿Cómo evitar la violencia laboral?

La violencia laboral es un problema que afecta tanto a los empleados como al rendimiento y reputación de las organizaciones. Para prevenirla, es esencial adoptar medidas que fomenten un entorno laboral seguro y respetuoso. 

Ofrecer beneficios para empleados

Una de las formas más efectivas de prevenir la violencia laboral es garantizar que los empleados se sientan valorados y respaldados a través de beneficios que mejoren su calidad de vida. 

Programas como vales de despensa, tarjetas de regalo, seguro médico o días libres adicionales no solo contribuyen a aliviar tensiones, sino que también fomentan un sentido de pertenencia y compromiso hacia la empresa. 

Cuando los trabajadores perciben que su bienestar es una prioridad, es menos probable que surjan conflictos internos. Por ejemplo, una compañía puede implementar un sistema de incentivos basado en el desempeño, lo que no solo motiva, sino que también crea un ambiente de reconocimiento y respeto mutuo.

Establecer políticas claras contra la violencia

Las políticas laborales son fundamentales para delinear qué comportamientos son aceptables y cuáles no en el lugar de trabajo. Es crucial que estas normativas estén claramente definidas y comunicadas a todo el personal. 

Por ejemplo, un manual que describa detalladamente las conductas que constituyen violencia laboral, junto con las sanciones correspondientes, establece un marco de referencia para prevenir incidentes. 

Además, los procedimientos para reportar casos deben ser accesibles, confidenciales y transparentes. Esto asegura que las víctimas se sientan seguras al denunciar, mientras la empresa toma medidas justas y eficaces para abordar cualquier incidente.

Promover la comunicación abierta

Fomentar una cultura donde los empleados puedan expresar libremente sus inquietudes, ideas y preocupaciones ayuda a reducir tensiones y prevenir situaciones de violencia. 

Los líderes desempeñan un papel crucial en este aspecto, ya que deben demostrar disponibilidad y empatía al interactuar con sus equipos. 

Por ejemplo, establecer reuniones regulares entre los empleados y la dirección no solo facilita el intercambio de opiniones, sino que también refuerza el sentido de confianza y colaboración entre las partes.

Capacitar a los empleados y líderes

La capacitación es una herramienta poderosa para sensibilizar y educar tanto a los empleados como a los líderes sobre los efectos de la violencia laboral y cómo prevenirla. 

Programas de formación pueden incluir talleres sobre resolución de conflictos, habilidades de comunicación y manejo del estrés. 

Estas iniciativas permiten que los trabajadores adquieran herramientas para manejar situaciones tensas de manera constructiva y respetuosa. 

Crear un entorno inclusivo y respetuoso

Un lugar de trabajo inclusivo, donde todos se sientan valorados independientemente de su género, raza, orientación sexual o religión, es menos propenso a la violencia laboral. 

Esto implica promover una cultura de respeto y tolerancia, en la que las diferencias sean vistas como una fortaleza en lugar de un motivo de conflicto. La diversidad debe celebrarse a través de campañas internas, actividades de integración y políticas que promuevan la igualdad de oportunidades.

Evaluación y mejora continua

Las políticas y procedimientos implementados deben revisarse de manera periódica para garantizar que se mantengan relevantes y efectivos frente a los desafíos cambiantes del entorno laboral. 

Es fundamental que las empresas soliciten retroalimentación de sus empleados, ya que ellos están en el mejor lugar para señalar problemas potenciales o sugerir mejoras. Por ejemplo, encuestas internas, reuniones abiertas y buzones de sugerencias pueden ser herramientas eficaces para recabar opiniones y propuestas.

Además, las organizaciones deben estar atentas a las tendencias globales y sectoriales relacionadas con la violencia laboral. Las regulaciones legales, las investigaciones académicas y las mejores prácticas de otras empresas pueden proporcionar ideas valiosas para actualizar y mejorar las políticas existentes. 

¿Qué hacer si sufres violencia laboral?

Si te enfrentas a situaciones de violencia o discriminación en tu lugar de trabajo, es fundamental tomar medidas para protegerte y buscar apoyo. 

Una de las principales instituciones en México que puede ayudarte es la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (PROFEDET), la cual se encarga de asesorar, acompañar y representar a los trabajadores en casos relacionados con abusos laborales.

El primer paso es reunir todas las pruebas que respalden tu caso, las que pueden incluir documentos, fotografías, videograbaciones, grabaciones de voz o cualquier otro material generado o procesado electrónicamente, como correos electrónicos o mensajes de texto. 

También puedes recurrir a testimonios de compañeros de trabajo que hayan presenciado los incidentes. 

Una vez que tengas las pruebas, acércate a PROFEDET para presentar tu denuncia, y la institución realizará un estudio detallado del caso para determinar su procedencia y orientarte sobre los pasos legales que puedes seguir. 

Procura el bienestar de tus colaboradores con Edenred

En Edenred sabemos que un entorno laboral positivo no solo mejora la productividad, sino también reduce los conflictos y riesgos de violencia laboral. 

Por ello, ofrecemos soluciones diseñadas para reconocer y motivar a los colaboradores, fortaleciendo su bienestar y sentido de pertenencia.

Con nuestros vales de despensa, los empleados pueden aliviar la carga financiera de la canasta básica y disfrutar de descuentos exclusivos a través de nuestra app. 

Además, las tarjetas de regalo son ideales para premiar logros, mientras que las tarjetas de restaurante promueven una alimentación saludable, cuidando su bienestar integral.

Estos beneficios no solo impulsan la satisfacción y productividad, sino que también fomentan un ambiente laboral respetuoso y armonioso. 

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